jueves, 30 de enero de 2014

LA GESTIÓN RESPONSABLE DE LAS PERSONAS, por ERIKA CEMBRANOS.

El referencial más conocido y utilizado en el campo de la Responsabilidad Social es la guía GRI, Guía para la elaboración de Memorias de Sostenibilidad, de Global Reporting Initiative. Se trata de un documento que recoge todo aquello sobre lo que una organización responsable debe reportar (informar a sus grupos de interés) y por tanto, aquello que debe gestionar.

En esta guía, la gestión de personas se enmarca en la categoría “desempeño social”, que a su vez consta de subcategorías: prácticas laborales y trabajo digno, derechos humanos, sociedad y responsabilidad sobre el producto. 
Cada una de estas subcategorías recoge a su vez una serie de aspectos e indicadores.

Dejando al margen aquellos relativos a colectivos externos a la empresa (por ejemplo, comunidades locales, clientes, etc.), los indicadores que recoge GRI relativos a gestión de personas son los siguientes:
  • Empleo:
Número y tasa de contratación y rotación media de empleados, desglosados por grupos etario, sexo y religión.
Prestaciones sociales para los empleados a jornada completa que no se ofrecen a los empleados temporales o a media jornada.
Índices de reincorporación al trabajo y de retención tras la baja por maternidad o paternidad.
  • Relaciones entre los trabajadores y la dirección:
Plazos mínimos de preaviso de cambios operativos y posible inclusión de estos en los convenios colectivos.
  • Seguridad y salud en el trabajo:
% de trabajadores que están representados en comités formales de seguridad y salud conjuntos para dirección y empleados.
Tipo y tasa de lesiones, enfermedades profesionales, días perdidos, absentismo y número de víctimas mortales relacionadas con el trabajo.
Trabajadores cuya profesión tiene una incidencia o riesgo elevado de enfermedad.
Asuntos de salud y seguridad cubiertos en acuerdos formales con los sindicatos.
  • Capacitación y educación:
Promedio de horas de capacitación anuales por empleado.
Programas de gestión de habilidades y de formación continua que fomentan la empleabilidad de los trabajadores y les ayudan a gestionar el final de sus carreras profesionales.
% de empleados que reciben evaluaciones regulares del desempeño y de desarrollo profesional.
  • Diversidad e igualdad de oportunidades:
Composición de los órganos de gobierno y desglose de la plantilla por categoría profesional y sexo.
  • Igualdad de retribución entre hombres y mujeres:
Relación entre el salario base de los hombres con respecto al de las mujeres.

Visto esto podemos concluir que según GRI la gestión responsable de personas se basa es una cierta estabilidad de la plantilla, la disponibilidad de medidas de conciliación que permitan retener a padres y madres, cierto nivel de información a los trabajadores sobre cambios operativos, la constitución de Comités de Seguridad y Salud y un nivel razonable de accidentabilidad y enfermedades profesionales, formación, evaluaciones del desempeño y de desarrollo profesional, presencia femenina en la organización y sus órganos de gobierno e igualdad de retribución entre hombres y mujeres.

Y la pregunta es: ¿recoge esto una verdadera gestión responsable de las personas? ¿Esto es todo lo que una organización puede hacer, por encima de sus obligaciones legales en materia laboral, para ser responsable? ¿Dónde quedan aspectos como, por ejemplo, la implicación de las personas o la integración de personas con discapacidad? ¿Qué opinas? ¿Hay algo que eches en falta?

lunes, 27 de enero de 2014

JANO: ¿DIOS DE LA INNOVACIÓN?, por BEATRIZ MARTÍN

JANO era uno de los Dioses más antiguos y venerados de Roma. Representa la divinidad de los dos rostros, es el arquetipo de la dualidad.

Enero, mes en el que nos encontramos, fue designado en su homenaje. Era considerado el Dios de las transiciones, el comienzo de cualquier empresa, de cualquier cambio, el inicio del año, el pasaje de lo descendente a lo ascendente, la evolución del pasado al futuro.

¿Y cuál es el futuro de las organizaciones? En una situación como la actual, con una tremenda crisis económica y financiera, creo que la supervivencia de las organizaciones y el futuro de los recursos humanos están en la INNOVACIÓN. Innovar para diferenciarse, para ser más eficientes, para conseguir un crecimiento sostenible y un aumento de competitividad en el mercado.

“Nunca andes por el camino trazado, pues él te conducirá únicamente a donde otros ya fueron”. Alexander Graham Bell

¿Y qué es Innovar? Con este término no sólo quiero hacer referencia a nuevos productos o servicios, sino también a Innovación en Gestión. Quizás el concepto de Innovación Empresarial se acerque más a lo que debemos conseguir: Es el proceso mediante el cual la empresa introduce un cambio que produce una ventaja de valor con respecto a lo existente, y que es aceptado y valorado por el mercado.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” 
Albert Einstein

Toda innovación supone un cambio que exige que estemos preparados y nos adaptemos a él de la mejor forma posible. Debemos, por tanto, analizar el carácter de la organización para entender sus efectos sobre el cambio. También tenemos que estudiar el clima de la organización, pues será el “caldo de cultivo” de la creatividad y la innovación.

Por lo tanto, gestionar la innovación no sólo supone atender al entorno que nos rodea, a nuestros procesos, sino también a organizar todos nuestros recursos: los económicos y, los más importantes, los humanos.

Además, para fomentar la cultura innovadora es fundamental alinear la innovación con la estrategia y la política de la organización. Todo esto requiere el coraje, el compromiso y la decisión de la Dirección y de los empleados; es decir, de los “recursos humanos”.

Y en este aspecto, ¿cómo organizamos y gestionamos a las personas para implicarlas en el proceso de innovación? ¿Cuál es el papel del Responsable de Recursos Humanos? Estos son algunos de los puntos fundamentales que se deben contemplar:
  • Identificar a las personas creativas y desarrollar sus habilidades, aprovechando su talento y haciendo que éstas contagien su actitud en sus áreas de actuación.
  • Crear equipos creativos, con un objetivo establecido, con un compromiso y tolerancia hacia el resto.
  • Fomentar la participación, en un ambiente de trabajo armónico y de cooperación, acentuando la Filosofía Win-Win.
  • Promover canales de comunicación, tanto formales como informales, eliminando barreras y fomentando la comunicación horizontal.
  • Motivar a las personas hacia los retos de la organización, con un reconocimiento hacia las ideas propuestas.
  • Crear un entorno favorable a la creatividad, facilitando un espacio y un tiempo determinado. Ej. Coworkings
  • Fomentar un liderazgo efectivo, que genere el ambiente y la confianza para sacar lo mejor de cada uno.
  • Comunicar el “derecho a fracasar” y, volviendo al Dios romano, evitar el Síndrome de Jano Bifronte, el de las dos caras, el jefe que motiva por un lado y regaña por el otro.



  • Establecer en las políticas de empresa la creatividad como un valor y no como un lastre.
  • Valorar los resultados de todo el proceso de innovación, comunicarlos y ponerlos en marcha.
Analizando todos estos puntos, es vital tomar conciencia de la importancia del ROL del RESPONSABLE DE RECURSOS HUMANOS en el “acompañamiento” y aprendizaje de las personas para el desarrollo del proceso de INNOVACIÓN.

Y volviendo al inicio para retomar la cultura romana, y con todo lo que hemos visto hasta ahora, si Jano, NO el Bifronte, es el Dios de los cambios, de las transiciones, de los buenos inicios y finales, la dualidad entre el pasado y el futuro… ¿No podríamos decir que JANO es el Dios que representa la INNOVACIÓN?

“¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”
 Vicent Van Gogh

jueves, 23 de enero de 2014

LAS PRÁCTICAS EN LAS EMPRESAS Y LA ESPERANZA. UNA BUENA EXPERIENCIA PARA TODOS, por VICENTE GONZÁLEZ.

A la hora de escribir este post, la verdad es que uno empieza a mover la batidora de pensar y surgen docenas de ideas, posibilidades y propuestas.

Todos, cada día escuchamos multitud de opiniones sobre las nuevas incorporaciones en las empresas, respecto a  los jóvenes, del tipo: “no vienen preparados”, “no quieren trabajar”, “no tienen ganas”, “sólo reclaman derechos pero no quieren poner nada de su parte”...  Efectivamente esto se produce, ocurre, todos lo vemos a diario.

La verdad es que no he querido dejar pasar la oportunidad de compartir en el Foro una situación agradable, positiva y, verdaderamente gratificante en el ámbito de las personas y, más aún, de los jóvenes que llegan a las organizaciones.

Mi empresa es una organización dedicada la consultoría de sistemas de información. No nos dedicamos a fabricar objetos, lo cual me parece algo en sí mismo complejísimo. Nuestro equipo humano (y no es una simple frase) es LO MÁS IMPORTANTE de la compañía. Es lo que nos permite desarrollar nuestras labores, producir, facturar…

Tradicionalmente (seguro que como muchos de vosotros) incorporamos estudiantes de últimos cursos para realizar prácticas con nosotros.

La última incorporación ha sido una persona seria, preparada, motivada y tremendamente generosa y participativa. ¡Un auténtico “gustazo”!. Colaboró en prácticas aproximadamente durante seis meses en nuestra organización de una forma enormemente satisfactoria.

Finalizadas sus prácticas, estábamos deseando captarle: un caso claro de “no desperdiciar el talento”. Vimos la posibilidad (casi la forzamos, en realidad) de incorporarle a la compañía para un nuevo proyecto que se iniciaba.
La cuestión es que, tras consultar las cuestiones legales con nuestros asesores, nos propusieron que se incorporara con un modelo de contrato en prácticas, con ciertos beneficios para la empresa y una duración máxima a partir de la cual debería ser contratado definitivamente o despedido.

El problema que nos surgía era el siguiente: la remuneración que, legalmente, la empresa tenía derecho a ofrecerle nos parecía excesivamente escueta. Nuestra preocupación: “A ver si por estas cantidades no va a querer incorporarse al equipo”. Decidimos subirla inicialmente y plantearle un plan de crecimiento tanto en desarrollo profesional y formación como en el aspecto económico.

Temerosos, nos reunimos con él y le planteamos, con nuestra mejor sonrisa, nuestra idea, deseos de su incorporación, proyecto profesional, capacidades de crecimiento y formación muy específica……..todo para “convencerle” y que se uniese al equipo.

Una vez más, satisfacción absoluta:
Aceptó ilusionado nuestra propuesta y, posteriormente, nos confesó abiertamente que el sólo veía todo aquello como una oportunidad enorme de crecimiento, desarrollo y adquisición de experiencia. “Hubiera venido gratis los seis primeros meses”...

Se demuestra una vez más que NO TODOS los jóvenes responden a un estereotipo que se extiende desde la generalización: Aún hay esperanza.

Como dijo Aristóteles: LA ESPERANZA ES EL SUEÑO DEL HOMBRE DESPIERTO...

lunes, 20 de enero de 2014

COMO SI DE UN VESTIDOR SE TRATASE, por MARÍA RAMOS.

Parece que la moda lo puede todo, y así es. En el mundo de los recursos humanos como en el armario, hay que saber elegir a la persona adecuada en el momento preciso y en la situación correcta.
Es muy difícil combinar colores, partes de arriba y de abajo y siempre dependiendo de la estación en la que nos encontremos. 
Ocurre lo mismo en las organizaciones. Hay que valorar las competencias de cada persona, saberlas gestionar y sobre todo, ponerlas en un equipo de trabajo en el que puedan sacar lo mejor de si mismas y siempre teniendo en cuenta el entorno con el que nos vamos encontrando, el cual, hoy por hoy, es muy dinámico. 
Se me ocurren algunas preguntas sobre las que reflexionar, ¿Están los empleados contentos con la función de los recursos humanos?, ¿Son los empleados personas eficaces para sus empresas?, ¿Son felices en sus puestos?, ¿Cómo los seleccionamos, formamos e incidimos en su desarrollo?.
Cuando pienso en la posición actual y en el futuro por construir, me doy cuenta de que estamos en un sector joven en el que la mayoría de los profesionales aún son partes escindidas de departamentos financieros o comerciales que solo ven al empleado ligado a la producción y a los que solo les interesa alcanzar sus objetivos.
Debemos buscar que el empleado sea el orgullo de las organizaciones, que se sienta comprometido y trabaje feliz siempre dentro del marco laboral, manteniendo un paralelismo con su ámbito personal. Solo así conseguiremos una empresa cada vez mas competitiva y puntera en su sector. Para dirigir personas, camina detrás de ellas.


Volviendo al tema de la moda, hay prendas de las que nunca quieres prescindir, que siempre están en el fondo de tu armario. Al igual que en nuestra profesión, debemos mimar y sacar lo mejor de aquellas personas que te hacen crecer en lo personal y lo profesional. No olvidemos que si cambian las personas, cambia también la organización y, sea cual sea su función... TODAS dejan huella.

jueves, 16 de enero de 2014

ABRAZANDO EL CAMBIO, por NACHO CRUZADO.

CONTEXTO.

Durante 2013 disfruté de una experiencia laboral que siempre es enriquecedora: el cambio.

Comencé el año siendo responsable de un numeroso equipo de desarrollo, y teletrabajando. Pero durante la primavera, la compañía en la que colaboraba decidió una reorganización por la que mi rol de mando intermedio ya no debía mantenerse y decidió reubicarme... en un nuevo grupo de trabajo, pero ya no como mando, sino como un técnico más.

El cambio era únicamente funcional, ya que en este caso no había afectación salarial (como sucede en este tipo de reorganizaciones).


Me considero "agilista". Los agilistas somos desarrolladores que creemos en los principios del Manifiesto Agile, en el que entre otras cosas se indica que "valoramos más responder –adecuadamente - a los cambios frente al estricto cumplimiento de las planificaciones -previas-".


CAMBIO.

Ante un cambio, nuestro cerebro reptiliano lo primero que hace es lanzar señales para activar mecanismos nocivos de estrés conducente al miedo. Y reconozco que lo primero que tuve que hacer fue luchar contra ese cockatil neuro-químico auto-infligido. Para ello me centré en la práctica del running,  una de las recetas para ello, bien conocida y, cada vez más difundida. Ya se sabe: “mens sana in corpore sano”.

Una vez que había logrado un entorno ecológico en mi cabeza, tocaba readaptar a mi entorno:
  • Facilitando a mi nuevo Líder (y hasta el momento subordinado funcional mío) su tarea: fomentando su confianza en mí, como colaborador. Este cambio debe estar en las pesadillas de muchos (i-r)responsables que no tratan adecuadamente a su gente, pero yo venía con los deberes hechos y una relación constructiva con todo mi equipo.
  • Ayudando al equipo a adaptarse al nuevo liderazgo, dejando paso y reconociendo su carisma y señalándolo para el resto de los compañeros o redirigiéndolos cuando me buscaban para un tema que ya no era de mi competencia para que asumiesen el cambio.
  • Condescendiendo ante los aspectos que me desagradasen del nuevo estilo organizacional, y entendiendo que son parte inherente del cambio, que en su globalidad debía mejorar nuestra organización.
  • Demostrando y optimizando mi productividad; porque, aunque no suela ser políticamente correcto reconocerlo, lo cierto es que se tiende a dudar de las capacidades de nuestros líderes, ¿será en el entorno latino?
  • Buscando formas de aportar ‘valor añadido’ a mi nuevo puesto, aprovechando mi experiencia laboral y todos mis conocimientos vitales. En este sentido debo decir que durante el año he debido utilizar, y he encontrado, múltiples valores en mí que no tenía detectados, como la tenacidad, la perseverancia, o la disciplina, precisamente gracias a salir de mi zona de confort.

CONCLUSIONES.

Los resultados están ahí: el equipo reconfigurado logró un 20% más de facturación para el producto que desarrollábamos en el último trimestre, el número de clientes incorporados a la plataforma excedió los retos planteados desde la dirección, y la plataforma estaba lista para los retos venideros.

La vida es cambio continuo; debemos aprender a darles la bienvenida y adaptarnos, como único camino para nuestra propia felicidad.

Comienzo el 2014 con nuevo contexto; cambio de cliente para el que trabajar, de formato de trabajo, de país de producción…  Seguro que da para un futuro post en el que compartir este nuevo cambio (a abrazar, nuevamente) y que afronto con la necesaria ilusión.

lunes, 13 de enero de 2014

Arbejdsglaede, por RAQUEL PEÑA VILLAR

¡No, no he escrito estas letras al azar aporreando el teclado!. Se trata de una palabra nórdica que resume la expresión: felicidad en el trabajo. Al descubrir este término tuve claro que quería hablar de ello en este post.

Siempre he querido tener un trabajo en el que ser feliz, levantarme cada mañana contenta, salir de mi cómoda cama tras apagar el despertador y poder entrar en el trabajo con una sonrisa.

¿Es más difícil en la actualidad encontrar este tipo de trabajo o depende de cada uno conseguir ser felices con lo que hacemos?

Me descubro preguntándome: ¿Y si la felicidad no depende del trabajo al que nos dediquemos sino de la actitud con la que lo afrontamos?

Y es que creo firmemente en que el futuro está en la felicidad. Creo en la buena energía, en ver el lado bueno de las cosas, en la motivación y que un buen clima laboral hace que se trabaje mucho mejor.

De hecho las empresas que se preocupan por este objetivo son mucho más productivas. Numerosos estudios demuestran que los trabajadores felices:
  • Se comprometen más.
  • Están más motivados.
  • Son más innovadores.
  • Tienen más energía.
  • Se preocupan más por hacer un buen trabajo.
  • Afrontan mejor los cambios.
  • Tienen una mejor comunicación.
  • Tienen más confianza.
  • Cuentan con una mayor habilidad para resolver conflictos.
  • Faltan menos al trabajo.
Sentirte feliz en tu trabajo mejora la calidad de vida también fuera de él y te hace sentir más realizado.

Lo único que podemos controlar son nuestras propias decisiones así que yo digo si dedicamos al trabajo más de un tercio del día, ¿no será mejor que intentemos pasar ese tiempo de la mejor manera posible?

El verdadero sentido de la vida es la búsqueda de la felicidad (Dalai Lama).

LLave de la Felicidad
-Sonríe, es gratis-

lunes, 6 de enero de 2014

NUESTROS RECURSOS MÁS HUMANOS, por RAQUEL VILLARRAMIEL.

Haciendo un repaso a la infinidad de funciones que se realizan desde la Dirección de Recursos Humanos, he descubierto que…mi madre es Directora de RRHH, pero no sólo mi madre sino ¡todas las madres!

En este pequeño post voy a intentar demostraros el porqué, basándome en hechos reales:

En una familia con cuatro hijos, administrar los ingresos para cubrir las necesidades de los seis miembros supone tener un perfil financiero muy desarrollado, debe asegurar el día a día de forma que a final de mes exista un pequeño remanente, vamos a llamarlo “provisión para imprevistos”  (por ejemplo para el arreglo del coche). Dentro de ese perfil, durante toda la vida he visto donde se realizan los llamados gastos corrientes, que como en una empresa se pueden dividir, entre lo que voy a llamar materias primas a los alimentos, porque son transformados (algunos) para la elaborar la comida, contamos también con unos suministros, gas, luz, agua…, podemos añadir también los impuestos, IBI, IRPF… y otra parte dedicada a la formación de los hijos (o el canal plus!).

También tiene un perfil logístico, por lo que también ella es la que más sabe de Supply Chain Management. Es la encargada de realizar los reaprovisionamientos, tanto de comida, como de los productos para llevar a cabo el mantenimiento de las instalaciones (pilas, bombillas…). Ella observa con anterioridad los precios de los productos de las tiendas y en función de sus necesidades realiza las compras (selección de proveedores, realización de pedidos), ajustando esas compras al almacén del que dispone para asegurar las existencias en un determinado horizonte temporal.

Además posee un perfil de marketing increíble, capaz de conseguir que cuando no querías comer una determinada comida o alimento, éste se volviera importante e imprescindible para tu alimentación, porque tienen mucho hierro (las lentejas) o porque así crecerás y te harás grande (la leche).

Y por su puesto dentro de su perfil de recursos humanos posee gran número de habilidades. Para empezar, te recibe con los brazos abiertos y te presenta como un nuevo miembro de la familia (acogida e integración). A partir de ahí, te cuida a diario para que crezcas. (desarrollo personal).

  • Es una gran formadora, ya que procura que inicies tus primeros pasos y tus primeras palabras y posteriormente realiza un seguimiento sobre la formación para servir de apoyo y escucha tus necesidades (“Mamá quiero apuntarme a natación”).
  • Inculca unos valores, que se mantendrán a lo largo del tiempo, de bondad, igualdad, comprensión, justicia y esfuerzo. Todos recordamos frases como…”tienes que compartir tus juguetes con tu primo Pablo, juegas un ratito tú y luego que juegue él, así jugáis los dos”.
  • En mi caso, que soy la pequeña junto con mi hermana gemela, procura dedicar el mismo tiempo a las dos, y al mismo tiempo sin descuidar a sus otros dos hijos que son más mayores (no descuida a ninguno de los miembros).
  • Escucha y motiva en los momentos que nos encontramos un poco desanimados, como por ejemplo, un examen que no nos ha salido muy bien, el partido que jugamos que hemos perdido o un amor de adolescencia,... Pero al mismo tiempo nos proporciona autonomía e independencia en nuestras decisiones.
  • Reconoce nuestros logros y nos ayuda a superar nuestros fracasos, intentando hacernos mejorar y buscando nuevas formas para avanzar.
La Directora de Recursos Humanos, es decir, mi madre junto con mi padre establecían sistemas de retribución semanal, todos nos acordamos de nuestra propina. La cual podía ser “congelada” si nos portábamos mal.

Creo que en todos los hogares con niños una vez llegada la adolescencia siempre ha habido dos temas de negociación comunes, que han sido: la propina y la hora de llegada a casa. Para esas negociaciones las madres tenían que tener una gran paciencia, debido a que los argumentos que escuchaban eran tales como ”Mamá es que a Natalia le dejan hasta más tarde”.

En conclusión decir que pertenecer a la dirección de recursos humanos es un papel muy complejo. Además de poseer conocimientos de Administración, de Logística, de Marketing y Finanzas, dentro de recursos humanos hay que dominar distintos roles, ya que, en cada uno de los momentos que nos encontremos, gestionarlos correctamente será vital para el buen funcionamiento de una empresa.

Conseguir que todos los trabajadores se sientan como en casa” y lograr esa unión de compromiso e implicación por parte de todos puede provocar un gran cambio dentro de nuestras organizaciones. No es fácil, pero parece un reto apasionante, ¿os atrevéis a hacerlo realidad?